Durante el embarazo, el parto y la infancia, son muchas las circunstancias que pueden afectar a la salud del niño. El correcto funcionamiento de los diferentes sistemas durante los primeros años de vida, así como su equilibrio es fundamental para el desarrollo óptimo del organismo en crecimiento.
La OSTEOPATÍA PEDIÁTRICA ofrece en este sentido una ayuda con técnicas manuales muy suaves con el objetivo de devolver el equilibrio funcional al niño y así permitirle un correcto desarrollo respetando cada fase de su evolución.
Constituye un tratamiento básico en casos de:
problemas traumatológicos: torticolis, plagiocefalia (asimetría craneal), escoliosis, hipercifosis, parálisis braquial, fractura de clavícula, displasia de cadera, pie plano…
alteraciones digestivas: reflujo gastroesofágico, cólicos, estreñimiento…
infecciones respiratorias de repetición: bronquitis y bronquiolitis (fase de intercrisis)
ORL: otitis, obstrucción lagrimal.